domingo, 27 de enero de 2013

Carta a la tierra



Nuestro entorno laboral está lleno de riesgos como lo dice el artículo “La Carta de la Tierra”, sin embargo, debemos de aceptar y vivir de manera donde nos vemos todos como una sola sociedad,  con un destino común: Construir carreteras y Puentes para beneficiar a las comunidades, usuarios y para el desarrollo del país. Esto deber ser una responsabilidad social que se debe promulgar en la Institución y en cada uno de los trabajadores, pero no solo como responsabilidad si no inculcar la necesidad del equilibrio entre desarrollo y ambiente en el personal.
En el Conavi (Consejo Nacional de Vialidad), el medio ambiente es un punto muy importante a la hora de construir una carretera o un puente, no obstante, este tema debería tener mucha más importancia de la que se le está dando. Es de suma importancia tener un punto de vista ambiental a la hora de desarrollar un proyecto de obra pública, ya que la construcción presenta un alto impacto de destrucción que a simple vista se ve como desarrollo en infraestructura para el país, pero que representa una alteración del ambiente, ya sea por contaminación o por eliminación de biomas, así que es de suma necesidad tener un regente ambiental que no solo reporte anomalías, si no que tenga la potestad de corregir las mismas antes de que el entorno se deteriore aún más de lo normal; claramente esta que esto es una actitud que debe ser cultivada en todo funcionario y que no se vea como una forma de entorpecer la construcción si no como una manera de evolucionar en nuevos sistemas constructivos que se encuentren en armonía con el ambiente, como se está logrando en algunos países desarrollados.
La falta de principios, valores y sobre todo legislatura aplicable, se convierten en estados permisivos al irrespeto y la falta de conciencia de las Empresas Constructoras, ya que estas no se enfrentan a ninguna sanción que amerite incorporar dentro de estas corporaciones reglamentos que garanticen no solo la eficacia de las obras si no las medidas ambientales necesarias en balance con la construcción; pero los empresarios solamente trabajan por un monto de contrato y cometen estos garrafales e irreversibles daños porque no existe mano dura por parte de los representantes del Conavi, y es que sencillamente muchos de estos jerarcas viven en la época donde se pensaba que el agua era un recurso renovable, ingenieros graduados para ser eso y nada más, constructores que no se han actualizado no solo porque están en un estado de comodidad indefinida gozando de las arcas del estado, el cual no exige mayor cosa que un título que no es renovado ni siquiera actualizado para las construcciones de vida moderna. Porque al igual que las enfermedades avanzan y son distintas cada día, los médicos deben actualizarse para poder sanar personas; de igual manera, los ingenieros deben estar a la vanguardia de las nuevas formas de construcción,  pero, si no se tiene conocimiento y creemos que construimos en pleno siglo XXI con técnicas medievales que no se acoplan al nuevo estilo de vida y problemática mundial, convirtiéndose en las causas principales de que se desvalorice la vida ecológica; por eso si se aplicara los cuatro puntos mencionados en la lectura tendríamos una ecología balanceada para disfrutar actualmente y para que disfruten las generaciones futuras.
Se debe hacer un plan ambiental más rígido donde se enseñe al trabajador a utilizar racionalmente los recursos  biológicos y con mucha más razón si no son renovables, evitar el uso de agentes contaminantes de la biodiversidad que se está rodeando, definitivamente se necesita un cambio de mentalidad radical en este sector de la construcción para avanzar cada día más en este cuidado de la naturaleza, pero no es solo enseñar al funcionario, también es hacerlo saber que el incumplimientos de las especificaciones en los contratos resultara en proceso sancionable y apegado totalmente a la legislatura, para lograr la verdadera culturización laboral entre construcción y ambiente.
Igualmente, relacionando este texto con las relaciones interpersonales, en los ambientes laborales se puede concluir que entre nosotros mismos nos atacamos y nos destruimos, así como se está terminando con la naturaleza se está exterminando la raza humana, por que como es notable en los trabajos existe una lucha diaria y continua por ser el mejor y lograrlo a como dé lugar sin importar lo que se dañe o a quienes se dañen, o como se logre no importa si es con violencia el egoísmo es tan grande que ciega a las personas.
Por eso es que se vive en un mundo poco armonioso o se trabaja en un lugar poco agradable, lo que hace falta es un cambio de actitud y de cultura para los adultos y una enseñanza de este tema desde que se empieza a crecer para los niños; vivir en armonía con la naturaleza es un paso para vivir en armonía entre los seres humanos.
Tenemos una sociedad segada por la ambición del crecimiento profesional basado en la obtención monetaria por los servicios prestados y la vocación de ejercer ha pasado a ser un recuerdo de los profesionales de antaño. Medios corruptos que por la obtención de dinero se vuelven permisivos y destructivos, sin tomar en cuenta las consecuencias futuras.
Se cree que la toma de conciencia y corrección del problema está en los niños, resulta sumamente fácil llenar de campañas las escuelas, para que estas pequeñas creaturas aprendan lo que les va hacer casi imposible corregir en sus padres. Es aquí donde se dice que la educación ambiental debe iniciar por el Estado con leyes que hagan que los adultos en sus casas tengan responsabilidades ambientales, para que la educación recibida por los niños tenga los efectos necesarios en el futuro cuando se conviertan en adultos.
Es preciso que la humanidad se dé cuenta que si no logra convivir con la naturaleza llegara un momento en que tendrá que alimentarse de dinero y que esa simplemente representaría su extinción.


Fuentes consultadas
1.Calentameinto global. Obtenido el 26 de enero del 2013
    http://calentamientoglobalclima.org/
2.Nuestra tierra. Obtrenido el 26 de enero del 2013
http://www.terra.org/articulos/art00647.html